jueves, 27 de diciembre de 2007

Diario de un damnificado Cap. 9

Corro, corro tanto como puedo. Se que tengo que huir, no se exactamente de que pero mi instinto me dice que de nada bueno. Corro por una playa, en una mano llevo una espada, en la otra un gran escudo redondo, por un momento me paro y me veo a mi mismo, de pie, bajo una noche estrellada. Estoy muy cansado, la armadura me pesa y el casco me impide ver correctamente. Podría decirse que llevo horas huyendo de algo, no se de que, pero debo huir. A mi espalda de pronto puedo ver un resplandor anaranjado. Fuego. humo. Paro de correr. Seguir huyendo no cambiará nada, ha llegado el momento de plantar cara. Lucharé, pelearé por mi vida.

Dum, tac!
Dum, tac!

Un ruido ensordecedor satura mis oídos, por unos instantes mi valor flaquea. Quisiera darme la vuelta y seguir corriendo, buscar un lugar seguro y esconderme. Pero no puedo, ya no puedo huir. La adrenalina recorre mi cuerpo y se que debo luchar a muerte.

Dum, tac!
Dum, tac!

El sonido cada vez es más cercano, una sombra enorme surge de entre las llamas y se acerca lentamente, parece como si miles de soldados chocaran su lanza contra el escudo animando a su héroe en la lucha. Debo pelear.

Dum, tac!
Dum, tac!

La sombra se cierne sobre mi, el miedo me agarrota todos los músculos, no puedo hacer nada. Probablemente sea el fin.

Dum, tac!
Dum, tac!


8:00 de la mañana.

Me despierto, aun noto la garganta agarrotada por el miedo y la boca seca. Menuda pesadilla. Joder, estoy de vacaciones ¿que hago despierto a las 8 de la mañana?.

Dum, tac, tac, dum
¬¬

Dum, Dum
¬¬'


- ¡Nena intento dormir!
- Huys... perdona ¿estaba muy fuerte el vídeo?
- ¡Si!

8:05 de la mañana

Trato de conciliar de nuevo el sueño... Obviamente ella no está de vacaciones y antes de salir ha decidido ver no se que vídeo que le han mandado al correo. Bueno, seguiremos durmiendo un rato, tengo una batalla que vencer... Esto tengo que ponerlo en el blog (pienso).