martes, 28 de septiembre de 2010

Las comparaciones son odiosas

Tiempo hace desde que no retomo el blog, debo alegar motivos personales ajenos a la danza oriental, espero que al menos se me haya echado un poco de menos. Durante este tiempo he estado pensando seriamente algo que preocupa enormemente en el mundillo...

¿Cual es el porcentaje de personas que a poco que tienen unos conocimientos de danza oriental tratan de ejercer de profesoras o bailarinas "profesionales"?

He tratado de entenderlo comparándolo con otros campos:

Aficionados al punto de cruz Neylah ha aprendido de su madre ha hacer pollitos, jarrones y letras con punto de cruz. Emocionada por sus progresos comienza a dar clases de punto de cruz ganando XX-XX € por alumna al mes, además ha decidido exponer sus obras "ABC", "Mi nombre en punto de cruz" y "osito" en una galería de arte. Incluso ha vendido más de una de sus obras a entendidos en el tema.

Aficionados al Karate: Nyfma ha llegado por fin a cinturón naranja de Karate tras un año de recibir clases. Emocionada alquila un local y comienza a impartir clases ganando XX-XX € por alumno. Ha participado en varios torneos y demostraciones para el ayuntamiento y realiza exhibiciones cada viernes en una asociación cultural.

Aficionados a la guitarra española: Shura ha llegado por fin a dominar la guitarra española tras un año de recibir clases. Emocionada reparte publicidad y comienza a impartir clases particulares a domicilio ganando XX-XX € por alumno. Ha participado en varios conciertos y toca la guitarra en un hotel del centro todos los fines de semana.

Nota: En este momento tuve que dejar de pensar en más ejemplos... Decidí que ya quedaba suficientemente claro hasta donde quería llegar.


¿Es tan grande es desconocimiento en general de las personas interesadas en recibir clases que pasan por alto los posibles conocimientos de su profesor/profesora?... Cuando acudimos a un gimnasio exigimos tener asistentes con titulación, cuando recibimos un masaje queremos alguien con titulación.. ¿Por qué no se hace lo mismo al recibir clases de danza del vientre?. Está claro que no existe una titulación oficial, pero ¿Acaso la experiencia, habilidad o arte que es capaz de demostrar un profesor / profesora no es medible y cuantificable?.

Demasiadas preguntas me parece. Pero las respuestas lógicas a simple vista son eso... respuestas lógicas... Antes de ir a una clase a apuntarme me debería de haber informado de la habilidad, experiencia, arte del tutor/a, habré visto como baila, habré comparado con otros y otras, miraré sus vídeos o incluso iré a ver alguno de sus espectáculos o actuaciones. Pero la lógica es menos común de lo que pensamos.

¿Cual es la realidad?. La realidad es que alumnitas emprendedoras con ciertos conocimientos y mucha cara dura hacen su Agosto ofreciendo lo que no saben, enseñando lo que no conocen, bailando poco pero enseñando mucha carne y mucho vestido caro, ofreciendo su particular low-cost o marca blanca a precio de risa pero de calidad más que dudosa. Sus malos consejos y enseñanzas salen a la luz cuando a los 3 o 4 años la alumna cambia de profesor y tras un día de clase se da cuenta de que no tiene ni puta idea y mientras pretendía ir de "avanzada" termina en "iniciación" porque no sabe moverse 20 minutos sin lesionarse la espalda.

Por ello tras mucho pensar he decidido crear una nueva sección en el blog. Que se llamará "Quiero ser una Profesional" y que comenzará en breve a daros todos los pasos necesarios para convertiros en toda una profesional siguiendo unas sencillas guías por capítulos.