jueves, 1 de septiembre de 2016

Desde el otro lado

Ya no soy un damnificado por la danza oriental, me he desintoxicado tras un duro tratamiento y estoy totalmente limpio de lentejuelas, crótalos, trompetillas infernales y Dum tacs.

Me parecía correcto hacer un punto y aparte en la historia de este blog, que nació con mucha guasa y con la idea de dar una visión diferente, sarcástica y humorística de lo que se menea en los camerinos y escuelas. Creo que el objetivo se cumplió y os aseguro que ha sido muy divertido.

Mi identidad anónima, aunque conocida por unos pocos, seguirá como tal. Ser damnificado sin duda fue divertido, al menos una gran parte del tiempo, ahora lo veré de otra forma sin duda... Como un aficionado, un simple espectador, ¿Un alumno? ¿Quien sabe?, los caminos de la danza oriental son inescrutables.

Muchas gracias por sus lecturas y comentarios.